PÉRDIDA DE PESO EN PACIENTES CON TUMORES DE CABEZA Y CUELLO, POCO NOTIFICADO EN ATENCIÓN PRIMARIA.

Revista:
J Prim Health Care. 2010 Mar;2(1):16-21.
Resumen:
INTRODUCCIÓN: En los tumores de cabeza y cuello, la pérdida de peso aumenta la morbilidad y mortalidad y disminuye la tolerancia al tratamiento y la calidad de vida. La intervención nutricional temprana tiene efectos beneficiosos en estos factores.OBJETIVOS: Revisar a los pacientes, la evolución de su peso corporal tras la visita del especialistas y la documentación nutricional de sus médicos de atención primaria.MÉTODOS: De un Centro de Oncología de Cabeza y Cuello (COCC), 68 pacientes fueron invitados a participar en una cohorte. Veintiséis pacientes participaron en las mediciones de peso prospectivo cada tres meses durante el año después de la atención en COCC. Se extrajo la información nutricional contenida en las cartas de referencia (n = 24) y los registros médicos de los años anteriores de su derivación (n = 45) y después de la atención en el COCC (n = 26). Una situación nutricional deteriorado fue asignada con una pérdida de peso> o = al 10% en los seis meses o Índice de Masa Corporal (IMC) < 18,5 kg/m2 y una situación «de riesgo nutricional» con una pérdida de peso> = pérdida o el 5% pero < 10% en un plazo de seis meses.RESULTADOS: Tres (12%) de los participantes tenían deterioro nutricional y dos (8%) se consideraron «de riesgo». Aunque los médicos de cabecera sospecharon una neoplasia en 11 casos (46%), sólo en dos casos (8%), la pérdida de peso o el índice de masa corporal se documentó y en otros cuatro (17%), las quejas relacionadas con la nutrición en sus cartas de referencia. Los registros médicos con frecuencia contenían información sobre las quejas relacionadas con la nutrición y la sonda de alimentación a lo largo del curso de la enfermedad, a diferencia de su poca preocupación por la pérdida de peso o el IMC.DISCUSIÓN: Por lo tanto, hacemos un llamamiento para un mejor manejo nutricional en la práctica general, exhortando a los médicos a evaluar el estado nutricional de los pacientes durante todo el curso de la enfermedad e intervenir si es necesario. La buena transmisión de la información relacionada en el caso promueve una continuidad de la atención.
Artículo:
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